Chicago, IL — En 2022, había 281 millones de personas migrantes, es decir, el 3.6% de la población mundial (Informe sobre las Migraciones en el Mundo de la OIM). La inestabilidad económica, el cambio climático, la desigualdad sistémica a largo plazo, la violencia y la corrupción generalizada siguen provocando que millones de personas se vean obligadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad y dignidad.
Las personas migrantes siguen enfrentándose a violaciones sistemáticas de los derechos humanos como consecuencia de leyes y prácticas que les niegan el acceso a protecciones básicas por su condición migratoria. Las economías de los países de origen, así como los de destino, se benefician de su trabajo y de las remesas que envían a sus seres queridos, pero sus valiosas contribuciones no se ven correspondidas con servicios consulares y protecciones sociales que garanticen una vida digna para ellas y sus familias.
Dado que en los Estados Unidos sigue vigente un sistema de inmigración profundamente injusto e ineficaz, construido sobre ideologías racistas y nacionalistas, es oportuno que en el Día Internacional del Migrante, que se conmemora hoy, reconozcamos y reforcemos que la movilidad y la libertad son derechos humanos fundamentales. Estados Unidos debe invertir en una serie de políticas que no sólo defiendan los derechos de las personas migrantes, sino que promuevan su bienestar.
Es importante reconocer que los retos que plantean los flujos migratorios no son causados por los propios migrantes. Son el resultado de décadas de incapacidad para adoptar políticas públicas humanas y visionarias en múltiples ámbitos. Más concretamente, nuestra incapacidad para invertir en el bienestar de las personas. Tenemos que trabajar por un futuro más digno para las personas, no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. Se trata de una tarea especialmente urgente en relación con las naciones latinoamericanas y caribeñas.
El Día Internacional del Migrante es un día para reconocer el valor y los sacrificios que hacen las personas migrantes y sus familias. También debemos condenar las narrativas sobre ellas basadas en la supremacía blanca, las mentiras y un profundo odio en su contra. Por último, debemos celebrar a los migrantes como una verdadera bendición en el mundo.
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Alianza Américas es la principal red transnacional de defensa de los derechos de los migrantes latinoamericanos que trabaja en Estados Unidos, en todo el continente americano y en todo el mundo para crear un modo de vida inclusivo, equitativo y sostenible para las comunidades de América del Norte, Central y del Sur.
